Postmodernismo

Se extiende sobre tantas disciplinas artísticas que se podría determinar como movimiento cultural.

A finales del sXX, desde finales de los ’60, con el postmodernismo, se dio por acabado el movimiento modernista. Como todos los movimientos, venía a romper las bases de su antecesor, aunque en este caso el postmodernismo vino sin pretensión de nada, cuando los movimientos van el postmodernismo vuelve, como Chenoa. Y bebiendo de toda la cultura pop que ha ido naciendo desde los años sesenta hasta nuestros días y con un carácter naif y aparentemente vacío de contenido, nació uno de los movimientos más largos y más mainestream de nuestra historia.

La historia del diseño había sido descartada por los modernistas, pero ahora los diseñadores comenzaban a investigar su propia historia y a inspirarse en ella.

Es un movimiento liderado por la idea de pasar de ideologías, ya no interesa el progreso, no se confía en el grupo si no en la creación individual (Aunque aún quedan excepciones, como el grupo Memphis). El postmodernismo sabe que los medios mienten para que siga triunfando el materialismo y el consumismo, para que los individuos sean agenos a toda preocupación y problemas, y grita en contra de eso.

El postmodernismo es el adolescente de los movimientos artísticos. Inconformista, pero acomodado, sin límites ni creativos ni artísticos. Cínico, sin verdades absolutas, divertida, hasta la bola de referencias culturales, sin miedo a la parodia, al homenaje ni a la copia. Y muy muy superficial.