Durante la revolución industrial se hicieron más accesibles los métodos de impresión en grandes tiradas lo que aumentó (prácticamente inició) la producción en serie, ya que simplificaba el proceso de impresión. Además del desarrollo de las técnicas de litografía, fotografía y las distintas ramas de la ciencia en dirección a la tecnología.
Las piezas que antes se imprimían con técnicas tradicionales de grabado, efímeras en su mayoría, ahora tenían la posibilidad de ser impresas a una velocidad mayor y con unos sistemas que aguantaban un ritmo de trabajo elevado. Esto bajó los precios de producción y por lo tanto lo hizo mucho más accesible para el gran público.
Asi mismo, la sobreproducción de materiales generó una nueva necesidad: La publicidad. Naciendo en este momento los primeros carteles y flyers, origen del diseño gráfico como la disciplina que conocemos hoy en día.